Queridos amigos/as del Ateneo:
Impresionado y gratísimamente conmovido por las sentidas palabras de afecto y cariño que he recibido de todos y cada uno de los amigos y socios del Ateneo que me habéis arropado en los tristes momentos que he pasado.
Obdulia se sentiría al igual que me siento yo, sorprendida por tantas muestras de respeto y solidaridad como me habéis ofrecido.
Quiero agradeceros a todos vuestra amistad y la enorme lección de apoyo que me habéis concedido y que asumo como algo imborrable y con un agradecimiento eterno por nuestra parte.
Muchas gracias,
Hans Josef Artz y Familia.