Ayer domingo recibíamos la tremenda noticia del fallecimiento de Diego Sánchez del Real, ateneista de pró, jiennense de pura cepa, poeta distinguido, defensor de Cádiz, abogado de causas mil, profesor singular, tertuliano y fumador empedernido, siendo por encima de todo un fiel amigo, admirado por el género femenino y hombre que supo transmitir su vitalismo y su «dieguismo» hasta los últimos días de su ajetreada vida que la disfrutó con su particular carpe diem y esa elegancia espiritual que le distinguía por su experimentada sabiduría y rápida lucidez.
Sus muchos amigos y admiradores del Ateneo lo recordarán permanentemente. Descanse en paz.
DIEGO SANCHEZ DEL REAL, BUENISMO DE VERDAD de JOSE MARIA ESTEBAN GONZÁLEZ, Ateneísta.
Se fue el esposo querido. Se nos fue el amigo. Se nos fue el mejor ateneísta. Se nos fue un espíritu siempre fresco de amistad y amplia sonrisa liberal. Se nos fue un compañero de mágica cultura, y de referencia real, que esperaba en Sevilla una mejoría que no llegaba.
Diego Sánchez del Real, magnifico poeta, que ya otros deberán considerar necesariamente, fue ante todo amigo de sus amigos. Alguien a quien encontrarse, suponía un júbilo autentico en el corazón, cercanos y apretados en entrañables abrazos llenos de alegría y sinceridad.
Diego era sobretodo una persona de carne y hueso, con olor siempre a su mejor tabaco, no humo solo, sino a tabaco lleno de sincera relación enredada en sortilegios y bucles de paz con todos.
Se fue Diego, allí nos debe esperará, para seguir compartiendo momentos de alegrías y desenfrenada naturalidad creativa y contenta. Compartiendo, en mesas de ingenio o digestión, el fuerte amor por la amistad sana, cada vez más difícil hoy. Elocuencia inmediata y algo que solo el tenia, y que echaremos infinitamente de menos, hasta que nos veamos con e su DIEGUISMO, algo que solo el podía poseer para hacer felices a los demás. Diego te seguiremos queriendo, y ten salud para esperarnos.