Cádiz, 8 de mayo de 1897 – Cádiz, 19 de julio de 1981.

Por Manuel Bustos Rodríguez

Fue Presidente del Ateneo de Cádiz en dos épocas: (1928/Julio 1931) (Agosto 1932/1981)

 La figura de José María Pemán y Pemartín estuvo presente en los grandes acontecimientos que tuvieron lugar en España a lo largo del siglo XX. Nacido en Cádiz en 1897, su larga vida (falleció en 1981) le permitió desarrollar ampliamente su vocación de escritor, así como un sostenido compromiso político en favor de la Monarquía y la Catolicidad de España, durante la República y el Franquismo. En cambio, dejó en un segundo plano su profesión de abogado, a pesar de haberse doctorado en Derecho.

En su vocación de escritor, Pemán cultivó todos los géneros literarios sin excepción, destacando muy especialmente en el teatro, el periodismo y la poesía. Fue también, según coinciden sus contemporáneos, un magnífico orador. Su mayor presencia en los escenarios tuvo lugar entre los años treinta y sesenta, con obras de éxito notable de público como «El Divino Impaciente» (1934), «Los tres etcéteras de don Simón» (1958) o «La viudita naviera» (1960). Realizó también importantes adaptaciones de obras de teatro clásico y de otras modernas como «Godspell».

En cuanto a su obra poética, estuvo muy presente a lo largo de su vida, si bien, en las dos últimas décadas de la misma, se redujo de forma notable. En su lugar se afianzaría la labor periodística, que ya cultivara en su juventud, en distintas revistas y periódicos, particularmente en las «Terceras» de «ABC». En estas adquirió fama notable y una nada desdeñable influencia en la opinión pública.

Cultivó asimismo el pensamiento político, la novela y el ensayo, eso sí, con mucho menos vigor que los géneros antes referidos. Merece citarse, entre otras obras, «El hecho y la idea de la Unión Patriótica» (1929), «De Madrid a Oviedo, pasando por las Azores» (1933) y «La Historia de España contada con sencillez» (1939). Obtuvo gran éxito con esta última obra, así como, posteriormente, con sus obras de recuerdos («Mis encuentros con Franco» y «Mis almuerzos con gente importante»), cuando el régimen de Franco languidecía. Fueron también famosos sus guiones televisivos, en especial los que redactó para «El Séneca».

Hizo su vela de armas política en la época del General Primo de Rivera, durante la monarquía de Alfonso XIII. También participó activamente en la República y en la Guerra Civil. Mimado por el régimen resultante de esta, Pemán se fue distanciando progresivamente de él, adoptando una posición cada vez más crítica, en defensa de los derechos al trono de Don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I. Cuando Franco nombró a este su sucesor, Don Juan hubo de cederle la Corona. Fue entonces cuando Pemán y el grupo de monárquicos, fieles a la institución, aceptaron el traspaso de poderes. Pocos años antes de fallecer recibiría del propio Juan Carlos I, convertido ya en rey, el Toisón de Oro.

Pemán fue siempre un ferviente católico. Mantuvo contactos personales y epistolares con las figuras  más destacadas de su época en los ámbitos cultural y político, sin mengua de su enorme popularidad. A lo largo de su vida accedería también a cargos de relevancia social y política: Presidente de la Unión Patriótica gaditana (1927), Presidente del Ateneo de Cádiz (1928), Diputado a las Cortes por Acción Popular (1933). Durante la guerra, fue nombrado asimismo Presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza (1936); más tarde, llegaría a la dirección de la Real Academia de la Lengua Española (1940) y a la presidencia del Consejo Privado de Don Juan (1960). En su ciudad natal ocuparía también la de, prácticamente, todas sus instituciones culturales.

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